
Según el Sindicato Nacional de Tripulantes, la medida se toma luego que las aerolíneas se negaron a reajustar sueldos por sobre la inflación y que incluyeran una medida de productividad.
Se vienen unos días muy complicados para el anfitrión de la Copa Mundial de Fútbol 2014, para ser más exactos el 20 de diciembre, fecha en la que se espera una huelga de tripulaciones brasileñas. Según anunció el Sindicato Nacional de Tripulantes (SNA), desde pilotos hasta ingenieros de vuelo y personal técnico se preparan para una inminente huelga por un período indeterminado en demanda de incrementos de sueldos.
De acuerdo con el comunicado emitido por SNA, las aerolíneas se negaron a reajustar los sueldos sobre la inflación, pese a incluir medidas de productividad. Las empresas de diversos sectores han querido bajar los costes laborales en Brasil limitando los incrementos de sueldos para el año próximo.
Aparentemente el sindicato exigía un aumento de por lo menos un 13% pero los representantes de las aerolíneas ofrecieron un aumento del 6.58%. Evidentemente, al no poder llegar a un acuerdo se anunció esta huelga que se lanzará en la víspera de las fiestas de Fin de Año, una fecha clave en Brasil, debido a los vuelos programados para Navidad, momento en que los aeropuertos trabajan en un 100% utilizando todas sus capacidades.
Recordemos que durante los últimos años, cada vez que se convocaron huelgas, las mismas sucedieron para Navidad, Carnaval o durante las vacaciones, para causar un mayor impacto al reclamo sindical, puesto que miles de pasajeros que viajaban para las fiestas quedaban varados en diferentes aeropuertos del país sin posibilidades de llegar a destino. Esta no es solamente una estrategia brasilera, lo mismo ocurrió en Europa y en Latinoamérica. Cuando los sindicatos deciden actuar, lo van a hacer en el momento que más afecte a los pasajeros, generando por ende, más trastornos a las aerolíneas, que se verán presionadas a llegar a un acuerdo lo antes posible.
El periódico local del Estado de Sao Paulo informó que el Ministerio de Defensa de Brasil estaba tomando las medidas pertinentes para intentar evitar esta huelga que involucra tanto a los pilotos como al personal de tierra y empleados de los aeropuertos, amenazando con denunciarlos ante la justicia para multar a los sindicatos en caso de no desistir de la huelga.
Las principales aerolíneas de Brasil, como Tam SA y Gol Linhas Aéreas Inteligentes SA, por el momento no hicieron declaraciones a la prensa.